viernes, noviembre 10, 2006

Diez...



Sólo basto una llamada para que presintiera que algo
importante sucedería, y solo basto una mirada para encontrarnos…
En mi risa te cobijaste, y yo me dejé llevar por tu voz,
y en medio de la conversación lo único que pensaba era
como se sentiría estar en tu pecho,
como sería amarrarme en tu abrazo,
como sería hundirme en tus besos...
Y sin darnos cuenta apareció la instancia, y
el ambiente nos fue uniendo, éramos los
mismos, y nos conocíamos sin conocernos...

Gracias por salvarme sin darte cuenta,
por revivirme , por reencantarme,
por adivinar que era yo y no otra,
por darme tiempo, por darte el tiempo,
por hacer tranquilidad mis ansias,
por contener mis impulsos,
por apaciguar mis inseguridades,
por hacerme plena en una mirada
estás, me tienes y te tengo,
yo tampoco te suelto, porque
esto realmente es nuestro...