jueves, marzo 29, 2007

Por un poquito de color...

Estaba tratando de inspirarme para escribir, pero lo que siempre me lleva es el corazón, los dolores del alma, y sucede que mi vida esta tan tranquila, que mi alma ya no sufre, sólo recibe, gracias a unos duendecillos, que me contienen.
Y así tratando de hurgar un poco en qué podría ser más interesante, que andar gritando, mi alegría a los cuatro vientos, es que llegué a un punto que no deja de ser importante, es más es el punto que permite que me alimente, día a día, tanto el estómago como el alma, mi pega, mi trabajo, y no se crean que tengo un trabajo exitoso,ni económicamente tan maravillosa, pero me satisface completamente, me levanto con ánimo cada mañana, me hace bien.

Tengo una pega muy particular, y que me encanta, raro, cierto? mi labor es animar y fomentar la lectura en los niños, leerles de todas las formas, para crearles el gusto de hacer de un libro parte de sí, hasta ahí vamos bien. El tema o la problemática tiene que ver con el entorno de estos pequeños, trabajo con niños absolutamente carenciados, sobre todo ahora, niños que no saben que edad tienen o a que vienen a la escuela, (ellos creen que es para almorzar), a la gran mayoría que les preguntas si le han leído alguna vez un cuento, de fondo se escucha un cri cri, pequeños con frío, con hambre, con tremendos problemas dentro de la familia.Sucede que me descoloca cuando llega uno por ahí con los moquitos colgando, a abrazarme, a darme un beso,me descoloca por que solo necesitan cariños, alguien que les regale una caricia, niños con la pobreza pegada al cuerpo, y con los ojitos tristes. Yo les leo y ellos se emocionan, y sus caritas se iluminan, tratan de interpretarlos a su manera, estas historias de hadas, o de animales con ropa, les suenan raras.
Yo sé que no puedo hacer mucho, sé que talvez un libro les serviría para venderlo y comprar comida, en vez de atesorarlo, pero lo único que me queda es que cada vez, que les leo, o les hago títeres, o escuchamos música infantil, les estoy entregando un granito de alegría a sus corazoncitos pequeñitos, y quien sabe talvez hasta les de un poquito de color a sus sueños....

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Comprendo y comparto tu labor. Nuestro trabajo es muy bello. Es ciero que no todo es color de rosa, hay injusticias que nos amargan el corazón, hay gente adulta que se olvidó de jugar, de imaginar...
Qué gran regalo podemos darles a nuestros niños, una lectura que los haga soñar, viajar...
Todo esto me hace muy feliz; entiendo muy bien tus palabras.
Fuerza Silvia, que los niños nos llenan de energías.
Saludos para tí, Fabián y Matilda.

zyr dijo...

Felicitaciones amiga, linda labor y aunque aveces te encuentres con situaciones duras, estas se recompensan con una sonrisa o una emocion de parte de ellos.
Lejos una buena razon para tener ganas de empezar todos los dias.

Mil cariños, saludos a todos

Guido dijo...

Amiga, solo pasaba por acá para avisarle que ya inauguramos el blog mas esperado por ustedes...te invito a ti y tus amigos a ir cinmigo en caida libre

SCL dijo...

es bastante noble tu pega..e incluso envidiable. Se nota tu vocacion , incluso con los amigos

se despide..el adopatdo

PS: gracias por los panqueques

Claudia Castora dijo...

Preciosa pega, envidiable, mágica y trascendente.

Un abrazo amiga, siempre paso por aquí.

Anónimo dijo...

que linda tu forma de referirte a tu trabajo. de repente le das a esos niños mucho más de lo que piensas, porque cuando se acuerden de la escuela, cuando la comenten entre cerveza y cerveza, demás que sale la loca de la biblioteca y se acuerdan de la escuela con la bibliotecaria simpaticona con cara de chilindrina que estaba obsecionada con los libros.


besos y saludos para la mati, fabian y tu.