martes, diciembre 12, 2006

La piedra en el zapato...

Solo sé que en el momento de enterarme, se me apretó el estomago,
y lo único que se me vino a la cabeza fue la historia familiar, y
si bien me enseñaron a no disfrutar de la desgracia ajena,
fue inevitable, que se me saliera un sonrisa de felicidad,
ya no existe más la astilla que remueve las heridas, y aunque
falto un perdón, es cierto, ya no tendremos que verle la cara,
ni enterarnos de como le va en la vida, ni respirar el mismo aire,
no creo en las casualidades, pero no por nada se murio el día
de lo derechos humanos.

4 comentarios:

Claudia Castora dijo...

Te voy a poner en mis links para no perderte más, porque me gusta tu blog, me gusta mucho y como siempre ando escasa de tiempo se me olvida el camino hasta acá.
Y si, amiga mía, al fin la astilla dejará de dolernos...eso espero.
Un beso

ecasual dijo...

Está claro. Y fue ese día, como para que conste.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Como dices, "no por nada murio el día de los derechos humanos"...para que nunca a nadie se le olvide o lo vuelva a repetir...son las paradojas de la vida, alegrarse por la muerte de alguien...en este caso a celebrar.

Jéssica

Anónimo dijo...

Es dificil dejar de compartir esa felicidad, quizas muchos crearon ideas de las concepciones populares, siendo igualmente valido, pero yo creo que puedo hablar con conocimiento de causa...
Y este hecho hasta me emociono, era increible ver tanta gente reunida, tanta justicia, que notese fue la divina porque la chilena jamás llego a hacer nada concreto...

Ahora esperar que Dios se encargue de el nomas po.... o bueno otra persona que recibe a las almas tan malas como la suya...

Una amiga me decia que jamas uno se podria alegrar de la muerte de una persona, pero como pensar que
alguien como el puede ser calificado de "persona" si su actuar no da cuenta de ello... ni siquiera un animalito se comporta asi...


na po, ya podemos respirar aire limpio.


Besos


Caliope...


:)